Todos
coincidimos en que la libertad es un tema muy amplio, nos ponemos de pie a
conversar pero festejando nuestra libertad nos sentamos en círculo a
enzarzarnos en el debate, y va llegando gente que acude porque es libre… Y
terminamos tarde, pero otra vez de pie seguimos analizando cómo es que somos
libres, y esto no es porque en rebeldía nos alejemos del común de los mortales
y vivamos desatados sino que todos nos afectamos los unos a los otros y no
podemos escabullirnos. Porque no cabe duda de que la única forma de vivir y ser
humanos es la de estar interconectados en una amalgama de relaciones sociales,
y que ser libres es incrementarla y ser capaces de huir de la dominación. Eso también
es libertad, liberarse… Aggg, los que ostentan el poder nos tienen dominados
pero hay pequeños reductos de libertad que cada uno busca, escapadas que
hacemos, formas espontáneas que adquiere nuestra vida y otras que decidimos
nosotros. ¿Es la inercia la que nos mueve? ¿Es el deseo? ¿Lo construimos o
indica lo que nos falta? ¿No será que todo lo que construimos ya de hecho no
existía, quizá nos faltaba, y es algo nuevo que incorporamos a nuestras vidas?
Llegamos
a la conclusión de que nuestra identidad poco importa porque estamos
constantemente haciéndonos, en devenir, una mujer o un hombre. Sexo y género
adquieren nuevas combinaciones. Entonces nos preguntamos si no será mejor reconocernos
y perseverar en nuestra naturaleza que
intentar cambiarla.
Ah,
entonces cambiemos el mundo y esto empieza por abrir espacios nuevos, cambiar
las instituciones, crear leyes, etc. porque así, a bocajarro, nos damos cuenta
de que es difícil cambiar las conciencias. Festina
lente. Arriba las economías vivas a gran escala, que ya basta de expoliar
la riqueza ajena para rentabilizarla y obtener el máximo beneficio. Disponemos
de la capacidad de crear vida, palabras, discursos, riqueza… ¡Potenciemos el
obrar, la acción colectiva que nos pertenezca a todas!
Nota: tenemos, entre algunas de nuestras inquietudes, la intención de convertir el taller en un lugar de expresión, por lo que entendemos la participación como algo más amplio que la mera lectura y asistencia: podéis, y os animamos, a desarrollar todo tipo de materiales en relación a los mismos. Nos vemos en el próximo taller, anímense, es domingo, pero después del taller solemos explorar algún lugar del barrio de Lavapies hablando de algunos temás de interés y conociéndonos.
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